22 setembro 2009

Jorge Riechman

Las buenas intenciones (7)
(fragmento)

Nunca me han dolido todos los huesos
después de arar o segar de sol a sol.
Nunca he disparado un fusil.
Nunca he violado a una mujer.
Nunca me he desriñonado en una cadena de montaje.
Nunca he navegado en un mercante.
Nunca he linchado a un policía.
Nunca he conducido un camión.
Nunca he matado una gallina.
Nunca he comido faisán.
Nunca he ocupado una fábrica.
Nunca he dirigido una orquesta.
Nunca he torturado a un ser humano.
Me faltan, en suma, tantas experiencias
constitutivas de la humanidad
en su actual constitución. Yo no me explico
cómo consigo reunir valor
para el trabajo insensato de urdir versos.

[in Feroces, DVD, 1998, p.336]

Lo que un poeta puede hacer
con las manos atadas a la espalda

Pegarle
una patada en los cojones
al enemigo de clase que lo ató

Hacerle
concienzudamente el amor
a su chica maliciosa que lo ató

[idem, p.345]

Bienvenido al club

Eres uno de los pocos que podían aspirar a esto, en realidad
te estábamos esperando sólo a ti.
Hemos sabido siempre que eras diferente,
ahora ya has llegado: relájate y disfruta.

Nota cómo te crecen los músculos viriles
y pliegues cerebrales bajo las yemas de los dedos.
Nosotros vamos a volverlos rabiosos.
Tu piel adquiere un bronceado envidiable,
se te esponja la próstata, tus esfínteres conversan en inglés.
Ahora te tensaremos hasta la excelencia.
Nota cómo te crece una memoria mejor.
Eres otro, ya no eres quien eras,
nunca fuiste quien eras
pero tenías que llegar tan alto con nosotros
para saberlo.

Ahora ya has llegado.
Te lo mereces todo y nos lo debes todo:
te lo cobraremos hasta la última gota.
Bienvenido al club.

[in a media voz]

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